jueves, 23 de mayo de 2013

Hoy toca el periplo de VISITA GUIADA AL HOSPITAL UNIVERSITARI GERMANS TRIAS I PUJOL. ( Alias Can Ruti).

Para quien no lo sepais, este hospital esta en medio de la montaña. Es decir, cuando voy me siento como la Heidi con sus cabritas. ¿  Que mente pensante se le ocurre hacer un hospital donde cristo perdió el moño? Eso si ,tiene muy buenas vistas, pero vamos a ver es un hospital, no un resort.
 Todos los dias del mes de marzo sin dejarme uno ( los fines de semana libraba) estuve allí. Os cuento para los que no lo conozcais. Esta en la montaña entre Badalona y Montcada. Para llegar cada mañana, madruga, coge la inevitable y poco congestionada C58 ( esto es ironía) y después de la cola de rigor, desde Montcada la carretera de montaña. Como este marzo hizó un tiempo tan agradable, llovía todos los dias, lo ideal para una carretera de curvas, y para más cachondeo, la carreterita de marras, en obras.

Cuando al fin escalas la montaña, llega al hospital, que si vas más tarde de las 8,15 estás muerto para aparcar. Claro al estar en un sitio tan centrico, o vas en algún autobus que sale de Badalona o en coche.  Tambén puedes ir en bici, que es como escalar el Tourmalet, pero claro se supone que eres un enfermo y no un corredor de tour de Francia. Despúes de dejar el coche en los sitios más estramboticos, guiate por ese macro-hospital. En eso tengo mucha suerte. Los primeros dias tanto Marisa como Salva, nos acompañaron a todos los lados, porque sino todavía estoy buscando donde voy. Ahora claro, soy una experta. Patología mamaria es mi segundo hogar. Para que hablaros de la planta de oncología, creo que me van ha pedir mi opinión cuando tengan que redecorarla.

Los hospitales son como el triangulo de las Bermudas. Sabes cuando entras, pero nunca cuando sales. Es así.

Como os comete ayer, la primera visita fué para hacerme la biopsia. Como cada mañana teníamos que madrugar y marcharnos, algo le debía contar a  mis hijos. No fue premeditado pero salió así. Les conté que a la mama le habían descubierto un bulto en el pecho. Gracias a polseres vermelles,el Jordi me preguntó si era cancer. Le dije que no lo sabía, pero que seguramente. Pablo me pregunto si me moriria ( los niños siempre tan directos). Les dije que no, pero que mama no lo pasaría bien. Fue facil y sencillo. Les animo a preguntarme lo que quieran. Con ellos como con todo el mundo, quiero luz y taquígrafos. No tengo nada que ocultar, nada de que avergonzarme. Soy una enferma de cancer. Nada mas.
Ya no estoy preocupada por sus reacciones, creo que lo han aceptado bien. A Pablo le gusta tocarme la cabeza y me llama mi calvita. Cuanto cariño me da esa criatura. Jordi es más reservado, está en una edad peor, pero es el más mama-adicto. Cuando me ve con el bajón de la quimio, le noto preocupado, me pregunta si estoy bien, si necesito algo. Son dos soles.

Me preguntareis por la reacción de Pepe. Esta es de libro guines. De repente, empezó a encontrarse malisimo. Le dolia todo. Competiamos ha ver quien tenía más médicos en un dia. Os lo juro. Yo creo que se fue a todos los especialistas que se lo ocurrieron . Incluso le sailó un grano en la cara espectacular.. Todo psicosomático, un poema.Si yo por la mañana tenia un analisis , el tenia el médico de la espalda, si tenia yo por la mañana  vista con el cardiologo, el tenía por la tarde una prueba de esfuerzo. Tal cual os lo cuento. Evidentemente no le han encontrado nada. En fin, hombres.

Bueno me despido por esta noche. No he cumplido mi promesa. Pero mañana os prometo que os contaré mi primer encuentro con el ojitos...



No hay comentarios:

Publicar un comentario